4 razones por las que los sistemas de protección contra el exceso de velocidad no deben ser excesivamente complejos

Los sistemas de protección contra el exceso de velocidad tienen una de las funciones más importantes en cuanto a medidas de seguridad para maquinaria rotativa. Como tales, estos sistemas requieren funciones de seguridad avanzadas para detectar situaciones de exceso de velocidad y aceleración excesiva, y actuar en consecuencia para evitar daños y tiempos de inactividad. Sin embargo, avanzado no debe confundirse con complejo, ya que la complejidad no significa necesariamente que el sistema sea "mejor". Cuantas más funciones tenga un sistema de protección contra el exceso de velocidad, más complejo será, pero no necesariamente más avanzado. En este artículo se exponen 4 razones por las que creemos que los sistemas de protección contra el exceso de velocidad no deben ser excesivamente complejos.

1. Núcleo de protección contra el exceso de velocidad

Las principales normas sobre maquinaria, como la API 670 y la IEC 61508, imponen un requisito principal a las máquinas rotativas: estar equipadas con un sistema de protección contra el exceso de velocidad de última generación. El núcleo de la protección contra sobrevelocidad es detectar situaciones de sobrevelocidad y aceleración excesiva y activar un relé de desconexión cuando sea necesario. Cualquier otra función se clasifica como complemento y no es un requisito para cumplir las directrices de seguridad de la máquina.

2. Costes

Los sistemas complejos con más funciones son más caros. En primer lugar, por los costes de las funciones secundarias, como las de supervisión, que no contribuyen directamente a la función principal: la protección contra el exceso de velocidad. Más funciones requieren más hardware, lo que aumenta los costes del propio sistema, así como los costes de instalación (es decir, cableado, armarios de instrumentación, etc.). El hardware requiere un mantenimiento periódico; cuanto más hardware, más mantenimiento requiere el sistema.

Estos sistemas suelen ser excesivos para equipos rotativos más pequeños y/o menos críticos que requieren una simple protección contra el exceso de velocidad. Esto deja a los operadores ante la disyuntiva de implantar un sistema difícilmente justificable económicamente para su aplicación, o dejar la máquina sin protección.

3. Complejidad y experiencia

La complejidad de los sistemas de protección contra el exceso de velocidad conlleva una mayor exigencia de conocimientos técnicos sobre su funcionamiento y mantenimiento. Como los sistemas de protección contra el exceso de velocidad no requieren atención diaria, no suelen ser una especialidad específica, sino parte de una descripción de trabajo más amplia. Por ello, es importante que estos sistemas sean lo más sencillos posible y no dependan de una pericia cada vez menor. Cuanto más complejo es el sistema, mayor es la probabilidad de que se produzcan errores humanos. Este es especialmente el caso de los sistemas de protección contra el exceso de velocidad, ya que nadie tiene realmente la oportunidad de adquirir experiencia debido a los largos intervalos de mantenimiento.

4. Verificación y pruebas

Cuanto más complejo es un sistema de seguridad, más exigentes son sus requisitos de prueba y verificación. Para probar y verificar un sistema de seguridad se interrumpe el proceso; un intervalo de prueba largo anula la necesidad de interrumpir el proceso regularmente. Un sistema centrado únicamente en el núcleo de la protección contra el exceso de velocidad puede alcanzar intervalos de prueba superiores a 10 años, hasta el punto de no tener que someterse a pruebas antes de llegar al final de su vida útil. Es importante tener en cuenta que cuantas más funciones tenga un sistema de protección contra el exceso de velocidad, menor será el intervalo de prueba y más se interrumpirá el proceso. Por lo tanto, es importante contar con un sistema adecuado para su aplicación específica, en lugar de implantar un sistema que sea "excesivo" para la aplicación.

SpeedSys

Nuestra filosofía se cumple con SpeedSys, un sistema de detección de sobrevelocidad con clasificación SIL para maquinaria rotativa. Proporciona la capa básica de protección con una arquitectura compacta. Su reducido tamaño técnico y su instalación de bajo impacto permiten ofrecer una protección avanzada a una amplia gama de aplicaciones. SpeedSys está disponible en dos versiones. SpeedSys 200, para aplicaciones SIL 2 menos exigentes, y SpeedSys 300, para aplicaciones SIL 3 exigentes y críticas.