La condición habilitante está directamente relacionada con el suceso iniciador. Es el efecto de la causa (suceso iniciador) que permite la situación peligrosa. Por ejemplo: la corrosión en una tubería (suceso desencadenante) puede provocar una fuga de gas (condición desencadenante), que a su vez puede provocar una explosión de gas, la situación peligrosa.